Con esta reseña me enfrento a un dilema moral importante. Adoro a John Green, como escritor y persona, por encima de todas las cosas. Soy una enamorada de lo que escribe y lo que hace (son míticos en Tumblr los .gif extraídos de sus vídeos para los fans) y me suelen gustar mucho las recomendaciones de lo que lee. Por eso me cuesta tanto mantenerme imparcial a la hora de hablar de este libro. Y, supongo por eso, me duele tanto decir lo siguiente: Bajo la misma estrella ha sido una gran decepción.
Es posible que fuesen muchas las expectativas que tenía respecto a lo nuevo de John Green, los comentarios que leía en Tumblr y Twitter, las frases extraídas del libro… No lo sé, pero el caso es que todo ello me ha llevado a esperar demasiado de un libro que, sin tanto revuelo ni tanta anticipación, posiblemente me habría gustado mucho más. También es posible que fuera de nuestras fronteras haya gustado tanto porque ellos no tienen un Albert Espinosa como nosotros. Sin compararles, es cierto que la temática concreta de Bajo la misma estrella Espinosa la explota y domina a la perfección y, por ello, no ha terminado de llegarme la historia que plantea Green en este título.
Aunque muchos ya lo sabréis, Bajo la misma estrella es un libro que habla del cáncer sin tapujos. John Green relata la historia de Hazel y Gus, dos adolescentes cansados de leer historias sobre el cáncer que muestran a heroicos protagonistas que aceptan con una sonrisa la enfermedad que les ha tocado vivir. Y ese no es su caso. Ellos no se enfrentan al cáncer con positivismo ni alegría, ellos no quieren ser un modelo a seguir para nadie. Las armas que Hazel y Gus emplean para sobrevivir -o resistir- al final que saben les espera es la ironía y el sarcasmo. Porque ¿quién dice que los enfermos de cáncer tienen que luchar de forma valiente y extraer enseñanzas positivas de la enfermedad? Absolutamente nadie. Al menos nadie que haya tenido un cáncer.
Por lo que, efectivamente, la historia que nos plantea John Green es un relato sobre el cáncer de dos adolescentes donde el cáncer es simplemente la anécdota. Porque realmente lo que se encuentra entre las páginas de este libro es una historia de amor atípica. Donde dos adolescentes sin esperanzas de sobrevivir se encuentran para descubrir que lo que quieren es vivir su propia historia. Más allá del cáncer y de la compasión, de lo que es bueno o no para su salud. Hazel y Gus emprenden un viaje que les llevará de la mano a luchar contra sus familias, contra sus propios intereses y contra las miradas de solidaridad y comprensión que les lanzan todos aquellos con los que se cruzan.
Es cierto que reirás y llorarás leyendo este libro, pero lo que muy posiblemente no imagines es que lo harás por los motivos que menos esperas. Porque esa es la magia de la prosa de Green, que consigue sorprenderte sin conocerte aun contando las historias más tristes. Sólo por esa habilidad de volver sarcástico lo emotivo ya vale la pena darle una oportunidad a este libro aunque, como en mi caso, hubiese esperado que fuese un poco más allá. Bajo la misma estrella se convierte en el libro de cabecera para aquellos amantes del subrayado en los libros, de la extracción de citas y de las frases que poder utilizar en cualquier situación, algo a lo que ya nos tiene muy acostumbrados este americano adicto a los videoblogs.
Así que ya sabéis, si el Fin del Mundo os pilla hoy, que sea leyendo.